ARCADIA

Londres, año 2002.

Arcadia representa la entrada al terrible y apasionante territorio que habita Dioniso, dios griego del éxtasis, Los Misterios Sagrados y la muerte. Julia, una escritora solitaria y desencantada de la vida descubre en un callejón del West-End londinense un mundo pagano poblado de enigmas y Oráculos presidido por la irresistible sensualidad de un dios vivo.

Un asesinato y una misteriosa llamada de teléfono la llevan hasta Daniel, encarnación del dios Dioniso. Subyugada por su fascinante e indomable personalidad, Daniel la coloca en un escenario de dimensiones mitológicas dominado por el deseo, el poder de la tragedia y el vivificante impulso de lo heroico. Julia tendrá que hacer frente a una aterradora y excitante realidad en la que sólo aquellos que están dispuestos a librarse de los límites y traspasar con los dioses el territorio de lo prohibido son capaces de vencer a la muerte.

«Cuando un dios irrumpe en nuestras vidas y nos inunda con el deseo de penetrar y ser penetrados por lo inefable, vivir se convierte en una aventura. Ante la conquista ineludible de la muerte, los dioses nos ofrecen un pacto de mutua fascinación. Sólo los héroes sienten sobre sí el poder de su lúcida mirada.”

“Arcadia puede leerse como una novela de suspense aunque el asesinato con el que se inicia la novela y su resolución sirvan para ilustrar la condición humana».

Samantha Devin adapta la tragedia griega a canon literario actual. En conjunto, la obra es un círculo perfectamente cerrado.

Samantha Devin novela los elementos de la mitología

Samantha Devin nos invita a dejarnos seducir por una trama apasionante, bien construida y rematada” “Crímenes, atracción peligrosa pero inevitable, locura, sombras, sospechas, voz macabra, voz oscura, voz que tiembla…”

NOTAS SOBRE ARCADIA

“Arcadia se concentra en el momento brillante pero también sobrecogedor de la vida de una mujer, en el que sus creencias son sacudidas y el espectro de sus percepciones estimuladas hasta que su mirada enfoca una realidad que jamás imaginó que existiera”.

“Una novela ambientada en Londres sobre una mujer que descubre bajo la existencia plana y vacía de misterio en la que ha sido educada, una realidad vital y aterradora. Un mundo que sólo los que están despiertos pueden apreciar”.

“Arcadia es una novela con muchos niveles de aproximación. Es el lector quien tendrá que decidir quedarse en la superficie o atreverse a bajar a las profundidades. Como narración es una novela con suspense, con todos los ingredientes que convierten la lectura en una aventura. A otro nivel están las preguntas y los temas que se plantean en la novela. Esos temas son eternos, míticos, temas que continúan preocupando al ser humano porque todavía no ha encontrado una respuesta satisfactoria a ninguno de ellos. Pero la aproximación a esas cuestiones no se hace desde esa formula blanda y fácil que ahora proponen los nuevos gurús, los libros esotéricos o los cursos de un fin de semana. Arcadia es una tragedia y, como tal, su base es la acción. El tema central podría ser cómo ser un héroe en el mundo moderno, cómo pasar por encima del sufrimiento, del nihilismo o la inercia y hacernos dueños de nuestra vida, del tiempo de que disponemos”.

LOS LECTORES OPINAN:

“En Arcadia, lo sensual se mezcla con lo terrorífico para crear un relato subyugante e intenso donde las creencias e ideas del lector son puestas a prueba. Brutal y conmovedora, poderosa y apasionante, leer Arcadia es una experiencia inolvidable”.

“Daniel, Raymond y Julia forman un triángulo excitante. Nunca había leído una novela donde deseara tanto conocer a sus personajes.”

“Una novela con muchos niveles de lectura, sensual y arriesgada, lucida y terriblemente entretenida, misteriosa y oscura, salvaje y reveladora. No tiene desperdicio. Según avanza se hace más y más interesante, hasta alcanzar un final apoteósico e inolvidable.”

“Daniel es el personaje más excitante, sensual y atractivo que he conocido en una novela”

“Arcadia me ha descubierto otra forma de ver la vida. Su lectura no es sólo diversión, suspense y sensualidad, su significados más profundos me acompañarán toda la vida”

“Daniel es el personaje más excitante, sensual y atractivo que he conocido en una novela”.  “Una novela con muchos niveles de lectura, sensual y arriesgada, lucida y terriblemente entretenida, misteriosa y oscura, salvaje y reveladora. No tiene desperdicio».

Los Protagonistas

JULIA

Julia representa la sociedad moderna y su falta de ideales y valores. Una sociedad educada lejos del misterio y lo sagrado. La voluntad y el deseo son las armas que Julia utilizará contra la inercia y la apatía que la embargan. Nada es más difícil que dejar atrás lo que nos han enseñado y empezar a pensar por nosotros mismos.

DANIEL

Daniel representa el ideal heroico griego. Su naturaleza está unida a la del dios Dioniso, último dios aceptado en el Olimpo, que personifica la anulación de barreras entre hombres y dioses, entre la ley y lo prohibido, entre la vida y la muerte. Dioniso acercaba a los hombres la posibilidad de ser dioses. Se entraba en contacto con él a través de la experiencia embriagadora que produce el vino y las sustancias intoxicantes, el sexo, el horror, la locura, el éxtasis…

RAYMOND

Representa, como el dios Apolo, el contrapunto necesario para sostener la armonía en la vida. Como Apolo, de una belleza exquisita, su terreno es el orden de lo bello, la tranquilidad que proporciona tener cubiertas las necesidades básicas. Su presencia infunde paz, invita a la concordia.

GLORIA

Gloria representa por una parte a todas esas criaturas que son víctimas de la ignorancia, criaturas incapaces de defenderse ante la violencia y la tiranía, muchas veces impuesta por la limitada visión de sus padres. En su aspecto mitológico representa a Perséfone, reina de los muertos y hermana de Dioniso (Hades) en el inframundo. Es un daimon cuya misión, como dice Jean Pierre Vernant, es llevar las cosas a término. Su papel es oscuro y dentro de la modernidad representa el espanto, lo aterrador, lo que no podemos explicar, como la muerte y el miedo.

FLORA

Flora representa, junto con Charles, el fanatismo religioso, la frustración y el odio hacia todo lo que nos saca de nosotros mismos y nos enfrenta a nuestros temores y tabúes, y también la incapacidad de superar lo que nos han enseñado. Flora es el choque frontal del cristianismo con el politeísmo pagano de la antigua Grecia. Es la ceguera que produce el odio.

CHARLES ACHEBEAR

Charles representa Penteo, eterno enemigo de Dioniso, gobernante de una Tebas previtícola que se niega a aceptar al nuevo dios. Representa el fanatismo religioso, la intransigencia y las consecuencias de la represión en todos los órdenes de la vida.

ARISTEO PANCORBO

Aristeo representa al dios Pan de Arcadia. Pan gobernaba en Arcadia para que todo conservara su grado de irracionalidad. Es quien hace que las cosas sucedan. Representa la vitalidad y libertad de lo salvaje, de lo que no está atado a las leyes de la Polís.

Dioses de Arcadia

Dioniso

“Dioniso es el Zeus Nisio. El nombre de Dioniso contiene la palabra de los indoeuropeos para su dios principal Zeus/Dios y da testimonio de un intento por incorporar a la deidad extranjera a una mitología indoeuropea como hijo de Zeus”

Dionisio
Apolo Dios

Apolo

Apolo era para los griegos el dios de la verdad, de la sabiduría secreta. El Oráculo de Delfos, el más importante de la antigüedad, estaba regido por él. Apolo representa el orden, lo bello, la justa medida. Era el dios de la curación y de la protección contra las fuerzas malignas. Era un dios relacionado con la perfección y la armonía, con el equilibrio y la razón. También era el iniciador de los jóvenes en el mundo de los adultos.

Hades

Hades era la faceta ctónica de Dioniso. Vida y muerte, como proceso de cambio y transformación están representadas en la antigua Grecia por Dioniso y Hades. Es en las profundidades de la tierra donde habita Hades. Allí aún gobiernan los descendientes del Caos primigenio. Es el lugar donde se producen las transformaciones. Los griegos veían que las uvas necesitaban de la humedad, la oscuridad y la descomposición para fermentar y convertirse en vino. Una vez que Hades hacía su trabajo en el inframundo el vino renacía convertido en Dioniso, dios de la embriaguez y la locura desatada.
El psicoanálisis dotó o quizá descubrió el significado de ese Hades o inframundo y lo relacionó con el subconsciente, con ese espacio oscuro que conserva una relación directa con el misterio que representa la muerte, lo irracional y el horror.

Felación

Con la escena de la felación y su relación con la comunión cristiana pretendo establecer una idea de cercanía con el dios Dioniso, dios del éxtasis. Una cercanía física y palpable con lo sagrado, que para los griegos estaba representado por ese dios. Las bacanales y las fiestas en su honor tenían un carácter orgiástico, era el momento de traspasar los límites impuestos por la sociedad a los que todos los ciudadanos de la Polis estaban sujetos y que quedaban borrados durante el contacto con el dios.

Es una forma de representar el arrobamiento que produce entrar en contacto con él. En esta escena también me interesaba mostrar que el quedarnos en la superficie de las cosas nos lleva a juzgar las situaciones y a las personas sin un verdadero conocimiento. Desde fuera la escena puede ser vista como un acto obsceno pero en realidad es una comunión con lo sagrado, con la vitalidad de la que surge la vida misma. Es un acto de reverencia, de descubrimiento ante la potencia y la vitalidad que representa Dioniso y que alcanza una de sus máximas cimas en la relación sexual.

Recordemos que para los antiguos griegos nada estaba fuera del terreno de lo religioso. Incluso la sexualidad tenía sus dioses. No fue Jesucristo sino los primeros cristianos y en concreto San Agustín en el siglo IV, quienes relacionaron el sexo con el pecado. Los apóstoles hablaban del celibato sólo como una forma de mantenerse centrado en la búsqueda interior. Estando libre de las obligaciones que imponía tener una familia, la dedicación a Dios era absoluta.

Enteógenos

En Arcadia se propone la utilización de enteógenos para alcanzar el contacto con lo sagrado. Enteógeno es una palabra que significa “Dios dentro de nosotros”. La propusieron un grupo de estudiosos de Grecia encabezado por Carl A. P. Ruck para referirse a las sustancias que se han utilizando en casi todas las culturas durante milenios para entrar en contacto con los dioses. En los años 20 Gordon Wasson y su esposa Valentina, comenzaron un estudio acerca de los hongos en diversas culturas y después de más de 30 años descubrieron que el Soma, el culto religioso más antiguo que se conoce, se basa en la amanita muscaria.

Esa es la razón por la que las vacas son sagradas en la India. En su estiércol crecen unas minúsculas setas que tienen propiedades enteogénicas.

En la antigua Grecia durante los Misterios de Eleusis, que representaban la experiencia religiosa más importante de los griegos durante casi dos mil años, se utilizaba el cornezuelo de centeno.

Los estudiosos piensan que es probable que la primera experiencia extática del ser humano (experiencia religiosa) tuviera como origen el consumo de una de estas sustancias. No parece un disparate. Si el mundo, la naturaleza, nos provee con el alimento para el cuerpo ¿Por qué no pueden existir sustancias que alimenten el alma o aquello que nos conecta con esa fuerza divina y última que creó el universo? Quizá la única forma de volver a conectar con esa parte sea posible gracias a los enteógenos.

Arcadia como Tragedia

La tragedia es una visión heroica del nihilismo.

En Arcadia he tratado de conservar y desarrollar la estructura y los elementos de la antigua tragedia griega y adaptarlos a la narrativa moderna. La novela tiene como base Las Bacantes de Eurípides. La única tragedia que se conserva donde aparece Dioniso.

En Arcadia, como en la tragedia, nada es casual. Todo se desarrolla de forma esencial, de forma que el destino del héroe se cumpla.
La katástrophé o mudanza radical del destino del héroe, es causada por la hamartia, un error exento de culpa moral que alguien comete sin darse cuenta y que origina el desastre.

Se dice que la tragedia ática comenzó con los ditirambos, los cantos en honor a Dioniso. Mas tarde evolucionó y se fueron incluyendo personajes y los temas dejaron de tratar exclusivamente del dios. De la tragedia proviene el teatro, la opera, el cine…