BILIS NEGRA
En un sombrío y aislado pueblo de Escocia, la realidad se vive con sospecha. Un siniestro castillo domina desde la cima sus empinadas callejuelas. Y sin embargo… no hay nadie. Nadie por las calles, nadie en las casas. Ni Max ni Simón logran penetrar la claustrofóbica atmósfera que se respira en el pueblo. Cada día que pasa la sensación de que algo está se está tramando a sus espaldas se hace más evidente. Detrás de lo visible vislumbran una realidad que cuestiona los límites de sus conciencias. Necesitan respuestas, pero por alguna razón han comenzado a dudar de cuáles son las preguntas.
Con su perturbadora atmósfera y su brillante construcción psicológica, Bilis Negra captura la imaginación del lector hasta hacerle dudar de su propio sentido de la realidad.
NOTAS SOBRE BILIS NEGRA
«En Bilis Negra, Samantha Devin, realiza un inquietante recorrido por el territorio más enigmático que podamos imaginar: El de nuestra mente».
«Somos lo que creemos que somos y con esa certeza nos movemos por el mundo. Pero ¿qué pasaría si un día, sin un motivo aparente, sufriéramos una sacudida que nos trasportara a un pasado que hace tiempo nos habíamos esforzado en olvidar?»
«Bilis Negra es un thriller de terror psicológico, que cuestiona el concepto de realidad y la noción de enfermedad mental. El estremecimiento que sentimos al leer la novela es primigenio, porque el enemigo no viene del exterior sino de dentro de uno. Y es que podemos escondernos de los otros, huir de ellos, pero ¿cómo escapar de nosotros mismos?»
«Ambientada en un aislado pueblo de Escocia, la novela es una turbadora crónica de la desintegración que sufren Simón y Max. Los dos llegan buscando respuestas y muy a su pesar, acaban encontrándolas. Como dice uno de sus personajes «Alguien tiene que hacer que las cosas sucedan». Ese alguien es quien mueve desde la oscuridad los hilos que conducen al descubrimiento de una realidad terrible».
«Y detrás de toda esa monstruosidad, un alma humana, igual de sensible, vulnerable y asustada que el resto. Y es que es muy difícil saber cómo diferenciar al asesino de la victima cuando ambos se ocultan en una misma persona».